El expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, planteó que la oposición respaldada por la aspirante presidencial Xóchitl Gálvez deba estar auxiliada por el gobierno de Estados Unidos y las fuerzas militares mexicanas para garantizar las elecciones en 2024.

La propuesta de Calderón la realizó durante su participación virtual en una conferencia organizada por el Instituto Atlántico de Estados Unidos que encabeza el expresidente español José María Aznar y la Universidad Francisco de Vitoria, cuya dueña es la organización ultracatólica Legionarios de Cristo.

Hacia esta medida llegó Calderón al poner sobre la mesa ‘el riesgo’ que vislumbra México sobre su democracia y sobre las dificultades que representaría para Estados Unidos esta inseguridad.

En primera instancia, consideró urgente combatir la conformación ‘ilegal’ del gobierno, que incluye 20 mil puestos públicos con un alto presupuesto destinados a realizar campaña. Por ello, sugiere que la oposición conforme un grupo de 20 mil esfuerzos para realizar trabajo a domicilio, ya que los partidos tradicionales no contarían con la facultad competente.

En tanto, hizo un llamado para que la ciudadanía sume esfuerzos monetarios:  «Hay que aportar recursos económicos. Siempre hay gente que tiene lana y dice ‘échenle ganas’, pero no ponen un peso. Hay que ponerle. Hay que presupuestar la democracia, como se presupuesta la casa o la empresa».

Por su parte, recomendó a la oposición entablar comunicación con el Ejército Mexicano para alinearse a lo dictado por la Constitución para proteger el proceso electoral.

 «Creo que hay que hablar con el Ejército, porque va a estar a la altura de lo que se le exige, que es que sea leal no a X persona o a unas siglas, sino leal a la Presidencia y a la Constitución mexicanas.

La lealtad del Ejército debe estar con la Constitución, no con una persona, porque eso va a ser relevante a la hora de reconocer el resultado electoral», enfatizó.

Finalmente, Hinojosa entrelazo al gobierno estadounidense con el de América Latina y sugirió supervisar a México ante el ‘trancazo’ que se avecina hacia la democracia.

 «Yo con todo respeto creo que la diplomacia estadunidense está muy ocupada en Ucrania, pero no está viendo la magnitud del trancazo que se viene contra la democracia en América Latina, que ya está operando y que va a acabar carcomiendo los intereses vitales de Estados Unidos. Tiene que ponerse las pilas». puntualizó.