El gobernador de Nuevo León, Samuel García, no acudió a la sesión convocada por el Congreso local para rendir su segundo informe de gobierno, tras asistir a Japón en busca de inversiones extranjeras.

En el acto también se ausentaron miembros del Movimiento Ciudadano, así como integrantes de Morena y el Partido Verde; únicamente acudieron representantes del PRI y el PAN, quienes criticaron la acción por no enviar a alguien más en su representación, ni un documento que lo justificara.

Mediante pronunciamientos, carteles e incluso una figura de tamaño real alusiva al gobernador, protestaron en contra los integrantes de oposición. En otra forma de protesta, Mauro Guerra, presidente del Congreso, llamó a al mandatario estatal y, ante su ausencia, el recinto se quedó en silencio.

“La ausencia del titular del Poder Ejecutivo en esta sesión solemne de su Segundo Informe de Gobierno es un desacato más a la Constitución que él mismo promueve (…)  En uno de sus acostumbrados berrinches y desplantes, prefirió adelantar su viaje a Asia, inicialmente programado para el domingo 15 de octubre, para el miércoles 11 de octubre, evadiendo su responsabilidad de cumplir con su obligación constitucional”, expresó Guerra ante los legisladores presentes.

En el mismo señalamiento, el panista precisó que García “hizo historia” al ser el primer gobernador que no se presenta a rendir su informe ante el Congreso en sus más de 200 años de historia.

Por su parte, el coordinador de la bancada panista, Carlos de la Fuente lamentó que García, a través de su propaganda, muestre una realidad alentadora del estado, cuando aseguró que lo único que está presente es la inseguridad.

“Siguen queriendo engañarnos en todos los temas, pero los que más le duele a la gente son los que no los dejan dormir en paz; la ineptitud de Samuel nos ha quitado la paz a todos y nos ha llevado a padecer los tiempos más violentos en la historia de Nuevo León”, afirmó De la Fuente, uno de los críticos más frecuentes del mandatario.

El propio gobernador neoleonés publicó durante la mañana que seguía en Japón en sus negocios internacionales y dio a conocer que había conseguido nuevas inversiones para su gobierno con la empresa Kawasaki, misma que habría aceptado invertir 200 millones de dólares.

La acción reprobada por parte de la oposición se dio semanas después de que el mismo gobernador fuera denunciado por perpetrar actos de persecución política y en medio de su aspiración presidencial por el Movimiento Ciudadano.